Hoy salimos para Portofino pensando que estaríamos media hora, sacaríamos unas fotos y volveríamos, ya que es un lugar al que ya habíamos ido. Nos volvimos a quedar idiotizados. Es otro paraíso imposible de describir con palabras o fotos. Las odiosas comparaciones aparecen y... Positano y Amalfi son soñados, desbordan, atropellan, impactan. Uno vuelve de ahí enloquecido. Esa montaña altísima que cae a pique, todo piedra impresionante. Y esto? Esto es tan hermoso como aquello, pero calmo. Bellísimo y tranquilo. Llama al descanso y lo otro, como napolitano que es, llama a llenarse de adrenalina y no parar.
Las fotos tomadas de arriba merecen palmas que nos dimos con muchas ganas. Hace 6 ó 7 años vinimos y no nos animamos a subir. Carlitos nos había dicho que (según Buby y él lo había comprobado) había que subir y llegar a la iglesia y al faro. Ahí estaban las famosas vistas de Portofino. Llegar al faro es un desafío, pero no están ahí las vistas. Las mejores están en la iglesia y también en el castillo. Hace 7 años no lo hicimos y ahora no tuvimos ningún problema.
Portofino desde abajo
Portofino desde la Iglesia y desde el castillo
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