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Esperamos escribir todas las noches para no olvidar las pequeñas cosas que enriquecen un viaje.
Especialmente trataremos de volcar las sensaciones que despierte Israel.

12/10/10

Península amalfitana Sorrento

No tengo palabras para describir este lugar y eso que hasta ahora solo hemos visto la entrada a la península (por el lado que no es el más lindo, no me imagino lo que puede ser la costa de Amalfi). Llegamos a Sorrento después de un viaje bastante complicado porque estuvimos una hora en la ruta parados, con cola de más de 200 autos (no es exageración Hebeniana) por una huevada digna de contar, que sigue enloqueciendo mi cabeza sobre cómo funcionan los tanos. Paramos cuando vimos cola de autos sin saber qué pasaba, imaginando un arreglo de ruta como en todos lados. Pensamos, pasa una fila de una lado y otra del otro. Ale contaba los autos que venían de frente y cuando llegó a 200 autos, paró aburrido. No se sentía una bocina, yo me imaginaba en la Arg. a todos destrozando lo que tuviéramos adelante. Los tanos: mudos, alguno se bajó y solo hacía un poco de ademanes, pero nadie gritaba ni hacia ruido. Ese primer tano se bajó y meó muy tranquilo contra una planta y esto no era una forma de quejarse, sino solamente una necesidad fisiológica. A esa altura llevábamos ya 55 minutos. De pronto se movió y... Había un camión que perdía troncos, un cana detuvo el tráfico de la mano del camión que era la misma que la nuestra y a nadie se le ocurrió decirle al cana que parara un rato a cada fila, o que cuando no venía nadie dejara pasar, o pegarle una piña. NADA. Sencillamente, esperaron hasta que apareció otro y decidió que siguiera la fila de ese lado.
Seguimos, cansados, mufados y pensando, otra vez llegaremos ya cansados al hotel (estos últimos días, han sido mucho auto y cambio de hotel todos los días). No peleamos, no se puede creer, pero vamos invictos.
Al fin llegamos al Sorrento y toda la mufa, el cansancio, el agotamiento o lo que se les ocurra, desapareció al ver al paraíso que llegábamos.

Fotos del Vesubio desde la habitación. El volcán está activo y abajo hay una ciudad enorme.
 El hotel desde la playa del mismo y Ale que baja a la playa por la escalera y los túneles de la montaña. Yo lo hice por un ascensor que baja hasta la playa.
 Vista desde galerías del hotel
 El Vesubio a otra hora


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