Seguimos el recorrido y llegamos al Muro de los lamentos, ahí debimos separarnos ya que el muro se divide al medio, o mejor dicho 3 cuartos para hombres y una cuarto para mujeres. No se puede entrar juntos.
Ale sacó muchas fotos y filmó bastante más que yo, porque las mujeres solo estaban pendientes de lo que hacían los hombres, razón por la cual, me subí a una silla para ver el lado de los hombres. Seguramente mi desconocimiento hizo que imaginara algo distinto.
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