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Esperamos escribir todas las noches para no olvidar las pequeñas cosas que enriquecen un viaje.
Especialmente trataremos de volcar las sensaciones que despierte Israel.

15/10/10

Nostalgias de Sorrento, adrenalina en Florencia

Llegamos a Florencia alrededor de las 4 de la tarde después de un viaje de unos 500 km (el más largo que teníamos previsto) muy tranquilo y bueno. Los tanos son terribles en las callecitas medievales de las ciudades o en las peores aún que cuelgan de las montañas (a veces no se sabe cómo están hechas y sobre todo, cómo
pasan dos autos a la vez...). Sin embargo son sumamente respetuosos de las señales y normas de las autopistas excepto la velocidad, jeje, hay avisos de radar por todos lados, máximas de 110 a lo sumo y el que va
a 110 causa problemas porque lo pasan como a un poste...). De todos modos aún corriendo son muy correctos y se siente mucho menos riesgo en cualquier autostrada que en la Panamericana...
Nos fuimos de Sorrento con todas las ganas de quedarnos más. Hay demasiadas cosas increíbles allí: la costa amalfitana es una locura de acantilados cayendo desde cientos de metros, pueblos colgados en tres niveles sobre el mar y todo el color napolitano, fuerte y penetrante; pueblitos imperdibles y fotos que se suceden sin que uno sepa cuál sacar.
Capri es simplemente deslumbrante. Uno piensa que después de la costa amalfitana no podrá encontrar algo superior y resulta que la isla es mágica (difícil saber si superior, no es tarea humana...). Las vistas que ven en el blog, tomadas desde arriba del monte más alto de Capri al que se accede por aerosilla (una interminable... que además viene después de un funicular para subir desde el puerto y un bus que sigue subiendo del pueblito de Capri al de Anacapri de donde sube la aerosilla) son extraordinarias y no hay foto que las abarque. 
Cuando uno camina los primeros pasos saliendo de la aerosilla entra en éxtasis y sólo se escuchan sinónimos en todos los idiomas de "maravilla", "bárbaro", "alucinante" y demás adjetivos totalmente insuficientes.
Pompeya, por su parte, genera un impacto emocional fuerte y hace pensar mucho. Una ciudad entera fue tapada por la lava y las cenizas del volcán Vesuvio hace unos 2000 años. Como dice la audioguía del lugar, el volcán también enterró la memoria de la ciudad a punto tal que pasaron más de 1700 años hasta que, por total casualidad, se descubriera que, bajo capas y capas volcánicas, subyacían no sólo ruinas sino la ciudad misma preservada por la propia tragedia que la hizo desaparecer.
Lo que uno ve es una reconstrucción extraordinaria de centenares de casas, el foro, los templos, dos anfiteatros, termas, en fin, se reconstruyeron cuatro quintas partes de lo que era originariamente una ciudad romana cuyos edificios principales son de entre 100 y 200 añosantes de Cristo.
Es casi natural quedarse pensando en lo que significa la historia, en la finitud de la vida y en la evolución (?) tan peculiar de la humanidad, entre muchas otras cosas.

En paralelo es impresionante ver cómo se vuelve a construir una ciudad a los pies del Vesuvio con casas a apenas 700 metros del cono del volcán que sigue vivo y amenazante (su última erupción fue en 1944...)En fin, hoy llegamos a Florencia y nos dimos un atracón de esta hermosísima ciudad histórica, acaso la más linda del mundo por lo preservado de su casco antiguo y por la sucesión de obras de arte que se disfruta (previo riguroso pago, acá todo se cobra...) en el marco de una arquitectura que deslumbra. Lás cámaras buscan desesperadamente ángulos que no se pueden lograr, sacan y sacan fotos que nunca satisfacen del todo (porque además hay siempre TANTA gente que es inevitable que "moleste") y la adrenalina derrota al cansancio para
hacer que uno quiera más y más.
Mañana y pasado tendremos oportunidad de sumergirnos en estos tesoros que forman parte del patrimonio humano de todos los tiempos.
El viaje ya superó cualquier expectativa y todavía nos queda más de una semana por delante.
Un abrazo para todos

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